miércoles, 25 de noviembre de 2009

La ciática, o contra la violencia de género

Desde mi baserri de Juan de Etxano


Hoy celebramos, es un decir, el Día Internacional contra la violencia hacia las Mujeres. Guardemos por ello un día de silencio y de vergüenza, los hombres, escondámonos donde nadie nos pueda ver, y ya al alba, salgamos de nuestros escondites y, con una infinita humildad, salgamos a la vida como sabandijas, que es así como deberíamos sentirnos todo el género masculino... En lo que va de año, 4.078 mujeres han sido atendidas porque sus parejas han ejercido sobre ellas la violencia de género, y dos de ellas, por nuestra culpa, han muerto en Euskadi. Son unas cifras dramáticas, mucho más dramáticas que las que nos ofrece esa mercancía tan usada y gastada como es el terrorismo. ¡Vale ya de cinismo!, dice José, ¿es que las mujeres víctimas tienen caducidad y algunas del terrorismo no?

Pero hay una forma de violencia de género más sibilina y no menos cruel, añade. Cuando una mujer está enferma o tiene cualquier tipo de dolor, como la ciática, por ejemplo, sigue haciendo sus tareas, la comida, plancha, friega y hace la comida como cualquier otro día. A no ser que su estado sea tan grave que tenga que ser hospitalizada.

Hay otros que no. Se toman un par de calmantes, se refugian en la cama con su paquete de cigarrillos, piden atenciones y más cigarrillos, no van a trabajar (sin ni siquiera pedir la baja), y esperan a que se les pase la molestia. Esto, opina José, también es un signo discriminatorio hacia las mujeres y, además de un abuso, es una forma de degradarlas.

Ellas también pasan sus ciáticas, sus reglas y sus gripes. Y la mayoría lo hacen de pie, afrontando sus labores y dando la cara ante lo que más quieren: los suyos. Son joyas de incalculable valor, aunque sólo nos demos cuenta cuando matan a una o nos enteramos de que una conocida ha sufrido una paliza descomunal a manos de un hombre.

Patxi López ha comparecido hoy ante la prensa, después de una semana larga con ciática, para decirnos que "nadie intente utilizar el secuestro y la angustia" de los tripulantes del Alakrana para "buscar réditos electorales" y ha advertido de que el Gobierno no es corresponsable de una situación de la que los únicos culpables son los piratas".

¿También son los piratas responsables del maltrato que damos a nuestras mujeres? ¿También era Ibarretxe, corresponsable de los atentados de ETA, como gustaba decir a López cuando estaba en la oposición? Pues sí, López, concluye José, eres responsable de que siga existiendo maltrato a las mujeres, de los atentados de ETA y de que el secuestro del Alakrana haya durado 47 días, aunque no fueras uno de sus secuestradores. Y, sobre todo, eres responsable de hacerte quedado una semana en la cama, sin dar la cara. Tu mujer,  hubiera estado al pie del cañón.

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