¿Se pueden denunciar con carteles los casos de tortura?

¿Es "enaltecimiento del terrorismo colocar un cartel en la calle con el lema "Euskal presoak Euskal Herrira"?. Son algunas de las preguntas que se hace  la Red Ciudadana por el Acuerdo y la Consulta, Lokarri, para quien es "una grave irresponsabilidad" que el consejero del Interior, Rodolfo Ares, realizara ayer un llamamiento a la ciudadanía a denunciar los símbolos que supongan enaltecimiento del terrorismo, algo que puede ser "excesivamente amplio y ambiguo".

Según Lokarri, la sociedad vasca "no necesita batallas", sino convivencia, y  "la definición de 'símbolos proetarras' es excesivamente amplia y ambigua". "Los propios tribunales no se han pronunciado de manera taxativa sobre esta cuestión. Es una irresponsabilidad dejar a la consideración de cada ciudadano cuándo se puede considerar un símbolo como alentador o justificador de la violencia", argumentan.

"El consejero Ares quiere trasladar su responsabilidad al conjunto de la ciudadanía vasca. Es llamativo que en uno de los lugares de Europa donde hay más efectivos policiales sea necesario que los propios ciudadanos tengan que convertirse en denunciantes de hechos supuestamente delictivos", añaden.

Lokarri cree que, "este tipo de llamamientos a denunciar actos delictivos es propio de estados totalitarios y nos retrotraen a épocas del pasado en las que se animaba a los ciudadanos a denunciar a sus propios vecinos (...) El lenguaje de Ares está cargado de belicismo y llamadas a la polarización. La paz no se construye con batallas sociales. En el camino hacia la paz, la sociedad vasca no necesita batallas ni estrategias de 'tolerancia cero', la sociedad vasca necesita convivencia y respeto a los derechos humanos".

 Para este colectivo, "transmitir la idea de que éste es el único camino para amparar a las víctimas es un grave error". "Se está empleando este argumento para tratar de impedir las críticas a las actuaciones del Gobierno vasco. El reconocimiento de las víctimas no es incompatible con la denuncia de otras vulneraciones de derechos humanos, como los que corresponden a las personas presas y detenidas", añade Lokarri.

Por ello, exigen al consejero de Interior "una rectificación de sus palabras y un cambio en su estrategia para conseguir la paz, superando las actitudes de 'combate' y apostando por medias que de manera efectiva contribuyan al entendimiento".