Pedromari Olaeta- Eva Bidania-Koldo Nabaskues-. En nombre del programa Ezker Soberanista Eraikitzen.
Hace ya demasiados años que se ha agotado un gran ciclo político en Hego Euskal Herria, el nacido de la que llamaron transición. En el espectro abertzale, el fin de ese gran ciclo esta definido por el agotamiento de dos modelos: el autonomismo-pactismo; el enfrentamiento armado. En el primer caso, con el fin del liderazgo del PNV del llamado nacionalismo institucional; en el segundo con el del liderazgo de ETA como fuerza antisistémica.
El PNV y su propuesta pactista ha quemado todas sus etapas y su último capítulo se escribió con las dos veces consecutivas que este partido se ha sometido a la negativa antidemocrática del gobierno español. Con la sumisión a la doble prohibición, el PNV frustró a miles de ciudadano/as que le había seguido, más o menos con convencimiento, desde que la fatal decisión de ETA de romper la tregua de 1999 entregó a Ibarretxe la batuta. La propuesta de cambiar el marco jurídico-político desde la aceptación del sistema ha demostrado su inviabilidad.
Hoy el PNV se presenta como partido asustado por la perdida creciente del poder, cuya oferta política queda reducida a un autonomismo regionalizante que en lo económico y social converge con el PSOE-PP
Por otra parte, la actividad armada de ETA nacida bajo otras circunstancias y en otro tiempo, ha evolucionado hasta convertirse en un monstruo devorador de sus propias crías. Una organización militarista alejada del sentir mayoritario de la base independentista de izquierdas, atrapada en la incoherencia de reivindicar la justicia por métodos injustos como lo es la aplicación de la pena de muerte. ETA no tiene capacidad de crear contradicciones antisistémicas , muy al contrario cada acción armada afianza la posición del regimen neototalitario de Madrid.
El reflejo de la verdadera relación de fuerzas que existiría en Euskal Herria en un escenario sin violencia política quedo patente en Lizarra-Garazi. Sin embargo 11 años después, es el PSOE el grupo político que controla la agenda política de Hego Euskal Herria.
Sin embargo, no todo ha salido según los planes del equipo de Rubalcaba. Por ejemplo, la respuesta dada a las detenciones de Sonia, Arnaldo, Rafa y los otros dirigentes de la Izquierda Abertzale Troncal, aceleraron un proceso de cambio que no había previsto en la Moncloa ni en la DGP. Tras la colorida manifestación de Donostia, La izquierda Abertzale Oficial y EA hicieron sendas propuestas (no aun carentes de algunas indefiniciones) para la resolución del conflicto, Aralar ha vuelto a retratarse como partido de oposición, abandonando su ambigua posición de los últimos meses y AB ha optado por mantener la coalición EHbai.
Como personas comprometidas con la justicia social, con Euskal Herria, con la resolución pacífica y negociada del conflicto, con todos los derechos humanos sin exclusión, tampoco podíamos permanecer como espectadores mientras tantas personas siguen sufriendo. Así, desde hace unos meses llevamos preparando un programa de formación y acción que hemos denominado Ezker Soberanista Eraikitzen.
La Izquierda Soberanista.
Como está ocurriendo en otros lugares de nuestro entorno, hay un auge de las reivindicaciones soberansistas en las que están coincidiendo nuevas corrientes políticas progresistas.
En Euskal Herria también el movimiento abertzale de este siglo (su parte más activa y renovada) poco tiene que ver con las estereotipadas imágenes propias de los programas de humor televisivos. Hoy en día, el independentismo está compuesto mayoritariamente por personas preparadas, con criterio, situadas a la izquierda del espectro político y comprometidas con las reivindicaciones más progresistas, innovadoras y solidarias.
El abertzalismo de izquierdas es muy plural, está fragmentado, enfrentado. Pero sin duda, es el único sector capaz de ofertar un modelo alternativo de sociedad, de producción y consumo, de reparto de la riqueza y el único interesado y comprometido realmente con una Euskal Herria soberana.
No debemos crear falsas expectativas. Unir ese espacio en una misma estrategia política, y quizás en una misma oferta electoral, es sumamente complicado. Las tentaciones y las inercias del pasado pesan como losas.
Tentaciones de ofrecerse al maestro de ceremonias: al PSOE, tentaciones de fagotizar al aliado-competidor, la inercia de lo malo conocido, la inercia del modelo armado, la inercia del gozo de pisar moqueta y manejar presupuestos...
Tampoco hay que olvidar las intervenciones que desde el Estado predemocrático español que criminalizará cualquier intento de salida digna al conflicto armado y más aun cualquier intento de formación de una estrategia civil y pacífica desde el independentismo de izquierdas.
Un programa no una plataforma.
Se necesitan nuevos lugares, nuevos espacios públicos, nuevos métodos. Con humildad, con precaución, con sinceridad y generosidad, con respeto, con vías de participación, sin conspiradores, creemos es posible dar importantes pasos hacia la articulación de un espacio independentista de izquierdas capaz de aspirar a disputar la mayoría al PSOE y al PNV en Hegoalde y a ser inmediatamente la segunda fuerza política y social de Iparralde. Aspirar a nuevas mayorías institucionales y a poder compatibilizar el trabajo institucional con la reivindicación social. Sin ser devorada por el sistema y sin quedar reducida al testimonialismo.
Fuera de la dinámica de mayorías-minorías, espacios de libertad, de igualdad y justicia son posibles y saludables, pero el cambio del marco-jurídico político necesita de mayorías. Por ello, se necesita tanto un producto que llegue a la ciudadanía y que presente alternativas desde los centros de decisiones; como un lugar donde permanezca activa la reivindicación antisistémica, porque un abertzale no puede ser sino rebelde ante la ocupación de su territorio por parte de los Estados español y francés, y porque una persona de izquierdas no puede sino oponerse al sistema de producción, vida, desigualdad y destrucción que han impuesto las mayorías institucionales.
Si existe una remota posibilidad de que el PNV priorice alguna vez su compromiso nacional sobre el interés partidista, corporativo y económico de sus dirigentes, lo será empujado por la pujanza de un bloque independentista civil y rupturista.
El programa Ezker Soberanista Eraikitzen, pretende ser un programa de formación y acción para los independentistas del siglo XXI. Activistas preparadas/os, formados/as, autocrítico/as que se comprometan en lo social y en lo nacional por igual. Creemos que un programa transversal a las diferentes sensibilidades del soberanismo e independentismo puede tejer los mimbres de una Euskal Herria diferente.
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