Sólo podemos luchar aliando razón y pasión, unidad y entereza. Necesitamos una inundación de voces y almas, de hierros y yunques, de árboles y flores, de montañas y valles, de hoces y martillos, de fulgores y melodías. Necesitamos convertir en realidad nuestros sueños de fraternidad y emancipación. Si esto no ocurre, la larga noche del oscurantismo acabará con todo.
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