Euskadi es la excepción en el estado español y como tal excepción, sufre las consecuencias del resquemor, cuando no el odio, de todos los españoles. Es verdad que son los nacionalistas independentistas vascos los malditos, pero al final todos pagan las consecuencias. No hay como leer la prensa española para darse cuenta la cantidad de basura que se vierte sobre los políticos y ciudadanos de este territorio nuestro. ..
Llama la atención que gente más o menos instruida pueda pensar tan absurdamente y tener tanta maldad en la mente. Parece que solo hay una razón, por la que se da este suceso y es que la mayoría de los vascos no queremos ser españoles y la práctica totalidad quieren que seamos consultados sobre nuestro futuro. Simplemente eso, es lo que enfurece a la inmensa mayoría de los españoles, bien dirigidos por sus políticos y medios de intoxicación.
Hay que decir una y mil veces que como democráticamente no se podía doblegar a este pueblo, los finos estrategas del estado han ido conformando durante años, no olvidemos el 23F. el retorcimiento de su propia Constitución hasta convertirla en una caricatura, a fuerza de leyes exclusivas de aplicación al indómito pueblo vasco.
Los poderes del estado son un revoltijo que nadie sabe donde empieza uno y donde termina el otro, pero si saben hasta los niños de pecho que en Euskadi hay una Dictadura Constitucional, eso sí constitucional, pero dictadura. Llega a tanto el ímpetu inquisitorial empleado que hasta cualquier Consejero de Interior dice lo que es delito y lo que no es, en el más claro ejemplo de la arbitrariedad constitucional, por no hablar del esperpéntico poder judicial que no hay por donde mirarlo, y que no merece ni el respeto de los propios ciudadanos españoles.
Cuando un territorio tiene a doscientas mil personas bajo sospecha y perseguidas políticamente, solo se puede entender que se vive en una dictadura.
Cuando los medios de comunicación pueden ser cerrados arbitrariamente, como si fueran o pudieran ser delincuentes, solo se puede entender como que vivimos una dictadura y la caverna mediática española con la mayor hipocresía, quejándose de que Chavez pone pegas a la prensa en Venezuela.
Euskadi es un problema de primera magnitud para el estado español, contenido de momento por unas fórmulas de gobierno totalmente dictatoriales que alguna vez habrá que hacer saltar.
Desgraciadamente tenemos una clase política, bien adoctrinada por las leyes electorales que mantienen a las camarillas aparateras simplemente por el acatamiento a las órdenes del que manda durante años y más años. Consecuentemente la calidad política de tales personajes deja mucho que desear y nos tienen sumidos en una situación insufrible. No es difícil entender que las gentes que se han dedicado toda su vida a medrar en los partidos mirando para sí mismos, sin ninguna experiencia de la vida civil sean incapaces de encontrar soluciones para los ciudadanos.
Solucionar este problema podía ser muy fácil o por lo menos lo podíamos atemperar con la simple reforma de la ley electoral, permitiendo las listas abiertas con el fin que los ciudadanos puedan hacer su criba y evitar a tanto tonto y maleante en el poder. La solución parece fácil, pero esta clase política que padecemos, lo mismo que para subirse el sueldo todos votan afirmativo, en este caso a nadie se le ocurre proponer una reforma lógica de la ley electoral, desgraciadamente todos defienden su supervivencia.
Ante esta perspectiva solo cabe la iniciativa ciudadana liberada de la disciplina partidaria, pero eso es harina de otro costal. Los políticos nacionalistas españoles en Euskalherria son muy disciplinados políticamente hablando, siempre escuchan a Madrid y cumplen las órdenes, aunque resulten malísimos gestores. Por el contrario los nacionalistas e independentistas vascos son un verdadero desastre, unos por causas casi siempre materiales y otros por su falta de inteligencia política, han liquidado la ideología en aras de satisfacer su estrategia de poder, así estamos sufriendo mucho tiempo y también habrá que poner los medios para acabar con ello.
La actual crisis económica nos va a mostrar el verdadero valor de los políticos y desgraciadamente todo apunta a que nos tocará bailar con los peores.
El actual Gobierno Vasco Trampa y su apoyo franquista, decían en campaña que solo había que hablar de lo que interesaba a la gente y por lo visto a la gente de Euskadi lo que más le preocupa son las pancartas de los independentistas, las fotos de sus presos, la exhibición de la bandera española y las fiestas de la Lendakaritza, según leo en la prensa todos los días sin excepción.
Los bloques afortunadamente se van perfilando cada día con mayor claridad, el Gobierno Trampa, granito a granito hace aumentar las diferencias entre españoles y vascos que algún día tendremos que resolver o con España o sin España
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