El hueco

José María Chacón


El hueco que ha quedado en los buzos de la Ertzaintza es todo un símbolo de lo que nos está ocurriendo, o mejor, de lo que nos están haciendo a los vascos. El Consejero de Interior, señor Ares, ha extirpado de los buzos de la Ertzaintza la "E" capitular históricamente característica de este cuerpo policial, así como la ikurriña. Una ikurriña que es la bandera constitucional de nuestra comunidad autónoma, pero que aún así molesta en gran manera a políticos que se presentan como vascos, demócratas y transversales como el Consejero Ares o el Lehendakari López, responsable, en última instancia, de lo que hace el señor Ares en su gobierno.

Con esta eliminación, el señor Ares pretende extirpar de nuestra institución policial todo rasgo de identificación colectiva. Para los nuevos responsables del Gobierno vasco, los elementos de identificación de los vascos como colectivo son peligrosos. La única identificación colectiva que consideran adecuada los actuales responsables de nuestro gobierno es la referida a su amada nación española. Por tanto, no sería de extrañar que el señor Ares dé las órdenes oportunas para ocultar la marca que delata su obsesión identitaria con otro escudo en el que se vean bien grandes los símbolos que satisfacen dicha obsesión.

Ese hueco que ha quedado en los uniformes de la Ertzaintza es lo que nos representa a los vascos ahora mismo: una identidad borrada, eliminada, cercenada por la dominación institucional del estado español. Ese hueco representa lo que los españoles desean para la identidad vasca: su desaparición.

Pero el hueco está ahí. Es la prueba de que ahí hay algo que otros quieren extirpar, pero que realmente existe pues su existencia queda delatada, precisamente, por el espacio que deja. Ese espacio somos nosotros. Ese hueco es lo que somos. Lo que somos y nacionalistas obsesionados con la identidad como Ares y López quieren que dejemos de ser.

Tal vez en nuestras txoznas y en nuestros bares es ese hueco lo que debería colgar de las paredes. Tal vez la imagen de ese hueco es lo que deberíamos recoger en los carteles que llevamos en nuestras manifestaciones. Porque ese hueco representa mejor que cualquier otra cosa lo que somos y lo que no queremos dejar de ser, a pesar de que los españoles sean capaces de utilizar todo su poder para intentar extirparlo.