lunes, 23 de noviembre de 2009

Indar Pilulak


Ametzazurra


.- Todo indica que el TC va a cargarse el término de "nación" en el Estatut catalán, si hacemos caso a El País. Y digo yo, si Catalunya no es una nación, no es una identidad nacional diferenciada, ¿a santo de qué viene tantos miramientos y tanta atención de los dos grandes partidos españoles? Y con Euskadi pasa lo mismo. ¿Qué sentido tiene que se acepte la existencia de unos Derechos Históricos previos a la Constitución Española, o un Concierto Económico tan peculiar, sino se debe, precisamente, a la existencia de una identidad diferenciada que requiere un tratamiento especial?...

.- ¿Le cabe a alguien alguna duda de que el nombramiento de un reaccionario ultranacionalista como Munilla forma parte de la misma estrategia de estado que ha llevado a Patxi López a la Lehendakaritza con el apoyo del PP?

.- Por cierto, vista la obsesión que el gobierno PSOE-PP está mostrando con la cuestión identitaria, y vista igualmente la obsesión que la Conferencia Episcopal Española muestra con la cuestión identitaria al nombrar a Munilla para la diócesis guipuzcoana, ¿le cabe a alguien alguna duda de cuál es el núcleo del problema entre Euskadi y España? ¿Y que decir del caso de Catalunya, cuando lo primero en que se han puesto de acuerdo los miembros del Tribunal Constitucional ha sido en eliminar el término nación del nuevo Estatut?

Parece obvio, por simple eliminación, que lo que obsesiona a los gobernantes españoles es, no nos engañemos -y no nos dejemos engañar-, la cuestión de la identidad nacional. Ya que la realidad es tozuda y millones de súbditos del estado español no se identifican con la nación española, PSOE y PP van a imponer por la fuerza la ficción de que sí lo hacen. Y la Iglesia comparte la estrategia.

.- Ha dicho José Antonio Pastor, portavoz del PSOE en Euskadi, que mientras el PNV se empecina con los símbolos, el PSOE y su gobierno de la mano del PP piensa en la crisis. ¿Dónde vive este hombre? ¿En qué planeta?

No ha sido el PNV quien ha centrado su actividad desde el uno de marzo en eliminar símbolos propios de los vascos e imponer los símbolos identitarios españoles. Ha sido el partido del señor Pastor junto al PP.

Y respecto a la crisis, ¿qué ha hecho el gobierno de López además de llevar a la práctica la práctica totalidad de los programas anticrisis del gobierno Ibarretxe y delegar las decisiones para salir de la misma en el gobierno central?

Desde luego, no es el momento para que el PSOE alardee de aplicar medidas efectivas contra la crisis en Euskadi. Y mucho menos para que acuse a otros de padecer obsesiones identitarias.

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