Sólo podemos luchar aliando razón y pasión, unidad y entereza. Necesitamos una inundación de voces y almas, de hierros y yunques, de árboles y flores, de montañas y valles, de hoces y martillos, de fulgores y melodías. Necesitamos convertir en realidad nuestros sueños de fraternidad y emancipación. Si esto no ocurre, la larga noche del oscurantismo acabará con todo.
La interesada imagen mediática de que la juventud ha perdido el interés por la política no se corresponde con la realidad, al menos no en Euskal Herria, según se desprende de un estudio comparado que hoy publica GARA y que tiene como fuentes el último «Sociómetro» del Gobierno de Lakua, el denominado «Navarrómetro» del Gobierno foral y un estudio sobre «Juventud y Política» encargado por la Diputación de Gipuzkoa. Este análisis concluye que la juventud, comparativamente, se preocupa más por el ámbito político que los adultos y, además, lo hace posicionándose claramente en clave abertzale y de izquierdas. Así, por ejemplo, son los jóvenes los que más abiertamente apuestan por la independencia, según se deduce del sondeo en Gipuzkoa: el 48,4% declara que votaría sí a la independencia en un hipotético referéndum. No sólo eso. El «Sociómetro» de la CAV desvela que el 55% de los jóvenes está insatisfecho con el funcionamiento de la democracia y el 62% cree que en la actualidad no existe posibilidad real de defender cualquier idea política. Finalmente, según el «Navarrómetro», si en las elecciones sólo votasen los jóvenes, vencería la opción abertzale. Sobran evidencias.
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